Prefacio

Esta investigación es, sobre todo, un viaje por los comunes urbanos. Y sin embargo, como la mayoría de las tesis, es también el relato de otro tipo de viaje de naturaleza totalmente distinta: un viaje personal. En mi caso, el viaje se inició con el 15M y me ha llevado a cuestionar (y, en última instancia, a comprender) aspectos cotidianos de mi día a día que asumía como inamovibles. El hilo conductor de los comunes me ha llevado, por un lado, a estudiar las relaciones entre sociedad, política, ciudad y tecnología y, por otro, a interesarme y a descubrir nuevos modelos de (co)habitar, de consumir, de compartir conocimiento, o de ejercer la política, entre otros. O quizá fue al revés: estos intereses particulares que ya tenía previamente, aunque de forma superficial e inconexa, han ido tomando forma poco a poco y han encontrado en los comunes urbanos aquello que les ha dado un nuevo sentido y coherencia.

Mi primer contacto con los comunes (aunque entonces yo no lo sabía) vino a través del mundo del software libre y los comunes digitales, algo que data de antiguo: era 2004 cuando descubrí el mundo de la programación web con el ahora obsoleto y difunto software libre PHP Nuke, que hizo que entendiese en primera persona las particularidades del software libre y empezase a interesarme por él. Dicho interés empezó a consolidarse en 2006 cuando empecé a usar Ubuntu, una distribución de GNU/Linux, como mi sistema operativo por defecto; y fue creciendo progresivamente hasta el punto de llevarme a trabajar, durante varios años, como desarrollador web con Drupal (incluso combinándolo con el inicio de esta tesis) y a implicarme en comunidades y proyectos de software y cultura libres, como Drupal, Wikipedia, OpenStreetMap, Cadáveres Inmobiliarios1 y a fundar Mapeado Colaborativo2 entre otros. A su vez, de forma paralela empecé a querer trasladar varios de esos principios a otros aspectos de mi vida, tanto a nivel personal como profesional, lo cual me llevó, más recientemente, a implicarme también en proyectos de economía social y alternativa, como Oikocredit, Coop57, Somenergia o Fairphone, por citar los más relevantes.

Por otra parte, como arquitecto, quedé fascinado por la dimensión física que estaban tomando algunas de las iniciativas colaborativas como el urbanismo participativo y, posteriormente, los comunes urbanos, lo cual fue el detonante de querer estudiar sus posibilidades transformadoras y de querer hacer una lectura espacial de los mismos.

Con estas premisas parecía natural (aunque a principios de 2012 no me parecía tan evidente) adentrarme en los comunes urbanos como lo haría un etnógrafo: introduciéndome en el campo de estudio a través de la observación participante. En mi caso, eso se tradujo en la implicación de dos colectivos que resultarían clave en el futuro: Arquitecturas Colectivas y el Observatori Metropolità de Barcelona (con quienes pude participar en las últimas sesiones antes del cierre de su investigación sobre comunes urbanos). Fruto de esa primera toma de contacto, establezco relaciones con varias comunidades y comunes urbanos a los que empiezo a estudiar asistiendo a distintos actos como asambleas, debates y encuentros. En todos ellos, mi posición será siempre la misma: limitarme a ser un observador, tomando notas de campo y sin implicarme en nada que no fuese identificar a informantes clave que luego entrevistaría. Respecto a esto, he buscado la máxima objetividad y, aunque reconozco cierta simpatía por los discursos y las acciones de los comunes urbanos, he tratado de ser crítico con ellos dado que me interesa conocer su potencial, pero también encontrar sus limitaciones y zonas grises.

En este sentido, por tanto, la tesis ha sido también un ejercicio de poner en orden y dar sentido a una multitud de intereses particulares que, bajo una desconexión aparente, tienen el hilo conductor de la cooperación y de la construcción de realidades alternativas basadas en el hecho de compartir y en la búsqueda de construir mundos mejores.


  1. Cadáveres inmobiliarios es una base de datos colaborativa que pretende evidenciar, de forma gráfica y sobre un mapa, las consecuencias de la burbuja inmobiliaria en España. Los resultados del trabajo realizado por su comunidad (abierta, distribuida y no jerárquica) pueden verse en http://cadaveresinmobiliarios.org

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  2. Mapeado Colaborativo es un grupo de investigación-acción residente en Zaragoza Activa cuya misión es poner las cartografías colaborativas al alcance de todos y al servicio de la ciudadanía, para utilizarlas como herramientas para la toma de decisiones, compartir experiencias y configurar la forma a través de la que observamos la realidad. Más información sobre el grupo en http://mapcolabora.org

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